Martín Cauteruccio abrió la cuenta con un golazo y Matías Rojas igualó de penal.
El contexto previo transformó al clásico de Avellaneda en uno de los más atractivos de los últimos tiempos y, por cómo llegaron, Independiente hizo un mejor partido que Racing, más allá del 1 a 1 en el estadio Libertadores de América. Los tantos de Martín Cauteruccio y Matías Rojas en la primera parte fueron las emociones más fuertes de la tarde.
Con el estilo protagonista que pregona Fernando Gago, la Academia salió a buscar el partido y generó chances claras para abrir la cuenta. Del otro lado, el Rojo del debutante Ricardo Zielinski mostró amor propio e inteligencia, con un plantel lleno de limitaciones que además está condicionado por la crisis institucional que atraviesa el club, la peor de su historia.
El duelo válido por la fecha 12 de la Liga Profesional se hizo de ida y vuelta, con el mediocampo como apenas un espacio de transición en el partido.
Con Mauricio Cuero por derecha y un versátil Matías Giménez Rojas en los dos costados de la cancha, Independiente se mostró peligroso. Y así llegó la apertura del marcador, cuando un desborde del colombiano derivó en Giménez y el pase largo llegó justo para Caute. El delantero sacó a relucir toda su jerarquía con un derechazo que se hizo inatajable para el neuquino Gabriel Arias.
Con la confianza por las nubes, Independiente disputó cada dividida como si fuera la última pero Racing no resignó su estilo. Con Matías Rojas como abandera del fútbol, generó tres situaciones claras. Jonatan Gómez falló la primera tras una gran acción colectiva, Rodrigo Rey le tapó un remate a quemarropa a Maxi Romero y en la tercera llegó la igualdad.
El pase largo para Facundo Mura derivó en una clara infracción de Javier Vallejo y el árbitro Yael Falcón Pérez no dudó en cobrar penal. La polémica pasó por el lugar de la falta, ya que fue ingresando al área. Matías Rojas lo cambió por gol con un zurdazo cruzado arriba y todo quedó como al principio.
En el segundo tiempo el ida y vuelta no mermó, pero las aproximaciones no se tradujeron en situaciones claras. Los dos entrenadores movieron los bancos de suplentes; por un lado Gago apeló a jugadores experiencia como Paolo Guerrero y Pillud, mientras que Zielinski renovó energías con otros de mucha menos jerarquía como Baltasar Barcia, Braian Martínez Sergio Ortíz y Santiago Hidalgo.
El trámite fue aun más disputado que en la primera parte y en ese contexto el favorecido fue Independiente, que el llevó el desarrollo a un terreno más conveniente para sus intereses. Racing no tuvo juego fluido y apenas contó con un par de arranques de Rojas de los cuales uno solo terminó en un remate lejano. Por cómo venían y lo que tiene cada uno en calidad individual y filosofía de juego, el Rojo salió fortalecido en el comienzo del ciclo Zielinski y la Academia con dudas y frustración.
La igualdad implicó reparto de puntos y cierta paz en Avellaneda, cuyo dueño quedó vacante.