Miguel Merentiel, de penal, le dio un triunfo clave al Xeneize en un bravo partido.

Boca consiguió una victoria clave en La Bombonera frente a Newell’s por 1-0 y sigue soñando con la clasificación a la próxima fase de la Copa de la Liga: se mantiene a tan solo tres unidades del cuarto clasificado en su grupo -Belgrano de Córdoba- y, además, quedó a tiro de sellar su pasaje a un certamen internacional el año que viene por medio de la tabla general. Por su parte, la visita acumuló su cuarto cotejo consecutivo sin sumar de a tres y la continuidad de Gabriel Heinze pende de un hilo.

La Lepra, de rumbo errante en el certamen, salió a la cancha con el cuchillo entre los dientes y fue más que el Xeneize durante los 20 minutos iniciales: sin tanta velocidad en el traslado y toque, pero con mayor ímpetu en cada incursión ofensiva, los rosarinos empujaron al elenco de Mariano Herrón contra su propio arco. Sin embargo, los de La Ribera también mostraron sus armas tras una buena acción ofensiva de Luis Advíncula, cuyo remate rebotó en un defensor.

Poco a poco, con más garra que fútbol, el conjunto azul y oro emparejó las acciones. De todas formas, volvió a exhibir algunas de las falencias que se pudieron apreciar a lo largo del proceso de Jorge Almirón: no logró claridad para construir ocasiones y dependió de las intenciones individuales de sus futbolistas más desequilibrantes. El Colo Barco, acaso el más claro del local, lanzó un lindo centro que Ezequiel Bullaude no pudo conectar y, al rato, dejó a Edinson Cavani solo al lado del arquero, aunque en posición adelantada.

La producción de los anfitriones fue más bien escasa, pero le alcanzó para ser superior a los santafesinos en el cierre de la primera parte: el artillero charrúa, que apenas convirtió tres tantos desde que arribó a Boca, sacó un cabezazo a quemarropa que provocó el vuelo de Lucas Hoyos. Luego, Ángelo Martino ejecutó un centro rasante que Sergio Romero modificó de dirección con un manotazo. Lo más destacable en 45 minutos fue el apoyo contundente que bajó desde las tribunas, más allá del complejo presente que atraviesan los porteños.

El complemento tuvo un desarrollo completamente diferente: con algo de impulso por los cambios realizados por el DT, el Xeneize contó con un aluvión de chances. Al minuto, Marcelo Saracchi lanzó un lindo centro que terminó en la cabeza de Jabes Saralegui, pero Hoyos contuvo bien el disparo. Tanto Barco como Miguel Merentiel, que creció en el segundo período, intentaron desde lejos sin suerte. Newell’s replicó con un envío aéreo de Francisco González que Guillermo May apenas alcanzó a rozar.

El ritmo disminuyó promediando el encuentro y el cuadro boquense acusó la exigente seguidilla de partidos que le tocó afrontar en el último mes: Cavani debió salir reemplazado por una serie de molestias que lo tuvieron a maltraer y el lateral de 19 años también sufrió dolencias que le impidieron disputar los 90 minutos. Por ello, el técnico se vio obligado a agotar las variantes a quince minutos del final. Para colmo, May estuvo muy cerca de estampar el primero para la visita, pero Chiquito le ahogó el grito.

Cuando la Lepra había logrado recuperar la compostura y hacer temblar el arco del local de la mano de otras dos oportunidades del atacante uruguayo, una jugada aislada le dio la posibilidad a Boca de sellar el triunfo en el epílogo: la Bestia, a los 44′, tiró su penal con contundencia y anotó el primer tanto del cotejo.

En el último cruce del año con su público, ahora el cuadro azul y oro sueña con el acceso a la próxima Copa Libertadores: el miércoles 22, se medirá frente a Estudiantes por las semifinales de la Copa Argentina con el objetivo de sumar otro título en 2023 y sacar boleto a la máxima competición internacional.