Jorge Brito y Enzo Francescoli definieron los pasos a seguir en el Millonario de cara al 2024.

La eliminación de River de la Copa de la Liga Profesional a manos de Rosario Central por penales generó un cimbronazo en Núñez: más allá de que el Millonario era el máximo candidato a alzarse con el título local, la labor de Martín Demichelis como entrenador fue nuevamente cuestionada. El estratega aseguró en la conferencia de prensa posterior al encuentro, correspondiente a las semifinales del certamen, advirtió que se sentía con fuerzas para continuar. En ese contexto, la dirigencia ya tiene clara su postura con respecto al futuro del DT.

Tanto Jorge Brito, presidente de la institución, como Enzo Francescoli, que se desempeña como director deportivo del club, no tienen pensado interrumpir el contrato de Micho en el corto plazo y le darán su total confianza de cara al 2024 -vence en diciembre de 2025-, que tendrá varios desafíos. En primera instancia, los altos mandos de La Banda consideran que la tarea del técnico fue más que positiva en cuanto a los resultados -fue campeón del campeonato doméstico- y entienden que las críticas de los hinchas están vinculadas al nivel de juego del equipo.

Micho tiene contrato en el club hasta diciembre de 2025.

Micho tiene contrato en el club hasta diciembre de 2025.

Por supuesto, hay preocupación en cuanto al rendimiento individual que mostraron varios de los futbolistas y también desde lo colectivo, pero aseguran que el orientador tendrá la posibilidad de armar un plantel a su gusto y poder llevar a cabo una pretemporada óptima. Por lo pronto, algunos de los referentes podrían abandonar el elenco rojiblanco: por caso, Enzo Pérez, Jonathan Maidana y Milton Casco tendrían sus días contados en el equipo. La situación de Nicolás de la Cruz, uno de los destacados de la actual campaña, es bien distinto: el Flamengo irá a la carga con más fuerza que nunca por el volante uruguayo.

Por otra parte, los altos mandos confían en que los cortocircuitos internos causados por supuestas filtraciones que el exdefensor del Bayern Munich habría realizado ante la prensa acaben por cicatrizarse en el corto plazo. Lógicamente, la prioridad principal pasará a ser la Copa Libertadores: River no solo no la gana desde 2018 en aquella icónica final ante Boca en Madrid, sino que no pudo superar los octavos de final en las últimas dos ediciones.

«No me voy a dejar hundir por el mundo externo. No leo nada de lo que se dice en los medios, soy inmensamente feliz y lo seré hasta el último día que sea el entrenador del club. Tengo la total fortaleza y entereza para agarrar el auto, ir al River Camp, pararme enfrente del grupo y hacer entrenamientos», había afirmado ayer el entrenador. El respaldo de la directiva, hasta ahora, sigue en pie.