El Millonario consiguió el tercer título de la era Demichelis en una final emocionante que se definió con un gol agónico.

River caía por 1 a 0 contra Estudiantes de La Plata y logró darlo vuelta de forma agónica. Con goles de Zaid Romero en contra y Rodrigo Aliendro en el tiempo adicionado, el Millonario obtuvo la victoria por 2 a 1 en un partido que fue muy especial para el entrenador Martín Demichelis

El DT llegaba a la final de la Supercopa Argentina cuestionado por los fanáticos del club de Núñez luego de una racha de partidos donde no mostró el mejor juego, y durante gran parte del duelo contra el Pincha fue algo que se repitió.

La desazón para los hinchas de River que viajaron hasta el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba era tal que comenzaron a hacerle reclamos al entrenador. Toda la parcialidad comenzó a cantar «poné a los pibes…» mientras el equipo no mostraba respuestas, pidiendo por Franco Mastantuono y Claudio Echeverri.

Demichelis reaccionó y eligió mandar al campo de juego a Echeverri. Minutos después de aquella modificación llegó el empate, el cual el entrenador festejó con un grito desaforado mirando fijo a la platea luego de haber pateado una botella que se encontraba cerca del banco de suplentes.

Cuando llegó el gol de Aliendro que significó el título la actitud fue similar: festejo de cara a la hinchada con un gesto desafiante. No fue para menos, ya que si River no triunfaba su futuro se hubiera enturbiado aún más. Ahora podrá tener un nuevo comienzo en su relación con los hinchas, ya con tres títulos bajo el brazo: Liga Profesional, Trofeo de Campeones y Supercopa Argentina.

El mal inicio de River ante Estudiantes de La Plata

El inicio del encuentro no pudo ser más sorpresivo para River. En la primera llegada, cuando el reloj marcaba dos minutos, Edwin Cetré envió un centro para Javier Correa que cabeceó a la espalda de Leandro González Pirez y venció la resistencia de Franco Armani para anotar el 1 a 0.

Lejos de resguardarse en la ventaja inicial, el Pincha tuvo más oportunidades en ataque. Con un aprovechamiento de los errores defensivos, a los 15 minutos Javier Altamirano filtró una pelota para Correa que remató de zurda y cubrió justo Armani. Los intentos del Millonario fueron anulados por los de Domínguez con infracciones.

A pesar de la derrota parcial, al Millonario no se lo vio golpeado anímicamente. De hecho tuvo una oportunidad clara para igualar las cosas, con un remate de Miguel Ángel Borja tras un córner. La pelota iba rasante hacia el palo derecho del arquero, pero Matías Mansilla tapó de forma heroica.

En el inicio de la segunda etapa, Martín Demichelis incluyó un cambio para modificarle la cara a River. Este fue el de Santiago Simón en lugar de González Pirez, que perdió la marca en el gol del Pincharata.

La mano de Martín Demichelis: los cambios que le dieron el título a River

El Millonario mostró una actitud distinta y acorraló a Estudiantes de La Plata contra su arco durante los primeros quince minutos del complemento. A pesar de que el Pincha la pasó mal, pudo bloquear todos los intentos de los prolíficos Nacho Fernández y Esequiel Barco que comandaron cada ataque.

Con un dominio mermado, el público de River se comenzó a impacientar. A pesar del buen segundo tiempo de Nacho, Demichelis decidió sacarlo ante el pedido de la gente de que ingresen «los pibes», en referencia a Franco Mastantuono y Claudio Echeverri que fue quien sustituyó al volante.

El ingresado Simón metió un pase filtrado para Pablo Solari en un momento que no era el mejor para el Millonario. El volante ingresó al área, remató y luego de un rebote en Zaid Romero el balón ingresó al arco para anotar el 1 a 1 que fue celebrado desaforadamente por el entrenador.

Cuando se jugaba el tiempo suplementario, Rodrigo Aliendro que había ingresado minutos antes, recibió una pelota fuera del área y remató sin dudar: el balón ingresó en el ángulo ante un Mansilla que no pudo hacer nada para que el Millonario lo de vuelta de forma agónica.