Vivimos un mundo que cambió y parece seguir cambiando constantemente. Todo lo sólido se desvanece en el aire, y es habitual que algunos días ese mundo cambiante se nos venga encima. A no alarmarse, tengo una buena noticia: podemos adquirir herramientas que al llevarlas a la práctica diaria permiten mejorar nuestro estado de ánimo, y gestionar el tan ansiado bienestar. 

Si me seguís en redes, sabes que en la comunidad de Calma Chicha compartimos experiencias vivenciales para desafiarnos en nuestro Desarrollo Personal y crear nuestra mejor versión. Los navegantes de esos mares sabemos que la responsabilidad de tomar el timón de nuestro barco es personal, y que nuestro estado emocional influye en la motivación para lanzarnos a la mar.

Si haces el ejercicio de pensar que días te sentís más motivado, seguramente lo asociarás a emociones de alegría. Y está muy bien, porque uno de los beneficios de aprender a manejar nuestras emociones, es que podemos entrenarnos en adquirir una actitud alegre frente a los desafíos de la vida. La alegría no es un don con el que se nace, es una habilidad que se adquiere. Y en esta columna te invito a reflexionar acerca de su importancia, y cómo podemos mantener estados asociados a ella durante más tiempo.

¡Alegrate! Mirá todos los beneficios que tiene esta emoción que a veces se nos olvida que podemos crear con tan sólo proponérnoslo:

# Disminuye el estrés, está comprobado que al estar alegres segregamos hormonas –endorfinas- que alejan los estados de tensión

# Acrecienta tu energía vital, la alegría se asocia a mayor fortaleza para emprender cada día

# Mejora nuestro autoestima, al ser una fuente de motivación nos permite tomar mejores decisiones y resolver de otro modo los problemas. Esto es sumamente gratificante

# Fortalece nuestro sistema inmunológico, seguramente escuchaste la frase “la risa es salud”

# Mejora nuestro descanso, cuando nos vamos a dormir con un estado de alegría –muchas veces asociado a la gratitud- logramos conciliar el sueño más rápido y con un descanso más profundo

# Incrementa nuestro rendimiento en todos los planos de nuestra vida. Actualmente hay empresas que desarrollan programas de gestión del bienestar –empleados alegres generan un mejor y mayor compromiso corporativo-.

 

Podemos seguir enumerando beneficios de mantener estados de alegría, pero creo que esta lista ya despertó en vos ganas de desafiarte. Entonces ¿cómo podemos entrenarnos para lograr estar alegres a lo largo de nuestra jornada?

+ Crea en tu mapa mental un lugar de importancia para la alegría, no la dejes relegada al lugar de la mera ingenuidad o la personalidad naif. Esto rompe el mandato heredado de desvalorizar la alegría que generan los eventos cotidianos. Por la mañana ni bien despertás regalate una sonrisa por el simple –y mágico- suceso de tener un día más de vida, repetilo todos los días.

+ No esperes grandes sucesos externos a vos mismo para estar alegre, recuperá el valor de las pequeñas cosas, salí del modo piloto automático, detenete y observá a tu alrededor todo lo que tenés ahora mismo, disfrutá tus logros y sonreí.

+ Entrená tu autoconocimiento, ¿cuánto tiempo hace que no te regalás un espacio de reflexión para pensar en todo aquello que te pone alegre? Te propongo hacer una lista de 5 momentos en los que te sentiste alegre y feliz, y que la tengas siempre presente. ¿Sabías que no pueden existir dos pensamientos en nuestra mente en el mismo momento? Entonces, cuando sientas que la tristeza o el enojo te invaden, trae a tu momento presente esa lista de sucesos y borrá lo negativo con un recuerdo lindo

+Soltá el control, hackeá tu mente y alejala de pensamientos de autoexigencia. No necesitás más para estar contento, necesitas estar contento con lo que tenés y sos. No hay un ideal de felicidad, la felicidad es acá, ahora, hoy. ¡Flui y dejá ir!

+ Conectá con tu cuerpo y permitite sentir la cantidad de emociones placenteras que despierta tu instinto. Habilitá a tus sentidos a conectar con el placer por ejemplo: de hacer ejercicio; de observar un bello paisaje; de saborear nuevos platos; de compartir una charla estimulante

+ Practicá la respiración consciente. Varias veces a lo largo del día hacé esta práctica: detenete; cerrá los ojos; inspirá suavemente sintiendo las sensaciones corporales que el aire tibio te generan; retené el aire durante tres segundos sintiendo como se abre tu pecho (plexo solar); exhalá imaginando que con el aire que sale se alejan las tensiones del momento. Repetí tres veces, y recordá es fundamental en todo el ejercicio que mantengas una sonrisa suave en tu rostro (al principio quizás te cueste y sientas que es forzado, ¡no importa! hacelo igual hasta que la práctica genere el hábito, y ya verás cómo sola la sonrisa se instala en vos)

+ Despertá tu niñ@ interior y conectá con tu ser creativo. Estar alegre es darte permiso para jugar, descubrir, bailar, pintar. Recuperá la curiosidad de cuando eras niñ@ y olvídate del miedo por el que dirán

+ Por último rodéate de personas alegres. Nuestra conducta muchas veces está influenciada por los entornos en los que nos movemos, y el optimismo es contagioso. Por eso te propongo que seas motor de alegría en tus grupos de afectos, y que te rodees de seres alegres. La base de las relaciones saludables es la inteligencia emocional.

 

Una de las puertas para comenzar a gestionar nuestro bienestar, es adquirir la habilidad de entrenarnos para crear estados de alegría a lo largo de nuestra jornada, independientemente de cómo sean los sucesos que nos rodean. Esta palabra derivada del vocablo latin alicer o alecris, que significa “vivo y animado”, es un buen comienzo para desafiarnos y recuperar el poder sobre nuestras vidas. Nadie dijo que el viaje tenía que ser de penurias y pesadumbres, hacerlo placentero y alegre depende de nosotros mismos. A´por todo navegantes!  

 

Por: Vir Arias.

Creadora de Calma Chicha, una comunidad con propósito.