Diecisiete mandatarios provinciales institucionalizaron este viernes la denominada Liga de Gobernadores, para la que van a convocar a todos las provincias, con la idea de consensuar planteos específicos para el presidente Alberto Fernández y reclamar al Congreso que deje de cajonear proyectos de ley que son importantes para generar inversiones.
Es el primer movimiento fuerte de los jefes provinciales en mucho tiempo. Y llega después de la ruptura política que se generó entre Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. La estrategia y los discursos denotan elevado hartazgo ante problemas que se generan y no tienen solución oficial: la inflación, la escasez de gasoil y el aumento de planes sociales.
Llegaron al Chaco Axel Kicillof (Buenos Aires), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gildo Insfrán (Formosa), Sergio Ziliotto (La Pampa), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Ricardo Quintela (La Rioja), Arabela Carreras (Río Negro), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Raúl Jalil (Catamarca), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Uñac (San Juan); enviaron a sus vices Misiones y Salta. Y a distancia se sumaron Tucumán, Tierra del Fuego y Chubut.