Un operación histórica puso a Sudamérica en la vanguardia: dos gemelos siameses de cuatro años que tenían sus cabezas unidas fueron separados con total éxito en Brasil luego de una cirugía que duró alrededor de 27 horas. Sin embargo, aquella no fue la primera intervención quirúrgica que los hermanos debieron afrontar: en siete ocasiones anteriores -todas ellas en Río de Janeiro- ya habían tenido que pasar por el quirófano para probar diferentes técnicas y utilizando proyecciones de realidad virtual.
El proceso fue uno de los más complejos en lograrse y contó con el financiamiento de diferentes organismos internacionales, como el ente benéfico Gemini Untwined comandado por el doctor Noor ul Owase Jeelani, que se desempeña como neurocirujano pediátrico del Great Ormond Street Hospital y que fue uno de los profesionales de la salud encargados de realizar la operación final.
Arthur y Bernardo Lima nacieron en 2018 en el estado de Roraima, ubicado en el norte de Brasil, y fueron diagnosticados como gemelos craneópagos, una condición pocas veces registrada en el mundo por la que están fusionados en el cráneo. «Los gemelos tenían la versión más grave y difícil de la afección, con el mayor riesgo de muerte para ambos. Fue la cirugía más difícil de mi carrera. Estamos muy satisfechos con el resultado, porque nadie más creía en el procedimiento al principio. Nosotros sí, siempre creímos que había una posibilidad», señaló Gabriel Mufarrej, uno de los profesionales que formó parte del equipo en el Instituto Estatal del Cerebro Paulo Niemeyer.
La operación en cuestión implicó la presencia de casi 100 profesionales y duró dos días, pero resultó ser fructífera. Según cifras oficiales, uno de cada 600.000 nacimientos resulta en gemelos unidos y tan solo el 5% de ellos están unidos por la cabeza. El último se trató de del sexto procedimiento de separación efectuado por Jeelani; anteriormente, se habían producido casos similares en Pakistán, Sudán, Israel y Turquía.La estadística, además, marca que 15 de cada 50 chicos no sobrevive más allá de los primeros treinta días.
La madre de los niños, Adriely Lima, graficó el alivio de la familia luego de que sus hijos pudieran verse las caras por primera vez desde su nacimiento: «Hemos estado viviendo en el hospital durante cuatro años y necesitábamos un poco de alivio». Más allá de que los menores están en pleno proceso de recuperación, se espera que requieran de nuevos procedimientos en el mediano plazo, que incluirán, nuevamente, el auspicioso uso de la realidad virtual dentro de la medicina .