De manera sorpresiva, comenzaron a llegar los primeros trabajadores intoxicados a la guardia del hospital de Centenario tras una fuga de amoníaco que no fue declarada de inmediato y abiertamente por un galpón de empaque ubicado en Vista Alegre.
El director del hospital Nicolás Bisio comentó que fueron asistidas 13 personas, entre hombres y mujeres de 22 a 48 años, todos trabajadores que presentaron síntomas de intoxicación.
El gran despliegue de fuerzas llamó la atención de la gente. Afuera, en la playa de estacionamiento, se ubicaron dos vehículos hidrantes con piletones para descontaminar a los pacientes. También se les proveyó ropa segura hasta que pudieran venir sus familiares. Luego pudieron ingresar y permanecer en la guardia para su atención consistente en tratamientos sintomáticos y lavados, además de estudios paraclínicos (por laboratorio).
Simultáneamente, los vecinos y vecinas que habían asistido a la guardia por otras dolencias menores abandonaron la sala de espera de manera voluntaria; pero otras emergencias tuvieron que ser evacuadas en el momento como dos heridos de arma blanca. «Pudimos dar respuesta a todos», aseguró el director del hospital.
Aunque reconoció que si hubiese un aviso previo de la situación podrían haber desplegado el operativo con mayor rapidez. «Recién a las 22 horas retomamos la normalidad», acotó la autoridad sanitaria.
Se supo también que dos enfermeras que recibieron a los primeros intoxicados presentaron irritación nasal y en los ojos, pero con el transcurso de las horas resultaron prácticamente asintomáticas.
Como parte del operativo, el jefe de Bomberos Voluntarios, Patricio Álvarez, lamentó que la firma del galpón de empaque haya minimizado el asunto. «En un principio, nos dice que no había inconveniente. Sin embargo, luego el hospital nos convoca porque la guardia había colapsado tras el ingreso de 10 personas intoxicadas. Resulta que la firma había mandado a la gente a su casa, no había tenido en cuenta la situación que se vivió en el hospital», advirtió el bombero.
Recién cuando Bomberos Voluntarios realizó una inspección en lugar, pudieron corroborar que se había roto el oring de una bomba. «Las instalaciones del galpón carecen de un sistema anti-fuga o de aviso pre-fuga, ni tiene el maquinista elementos de seguridad. Esto es complicado, es grave», sostuvo Álvarez a LU5.
Explicó que la intoxicación por amoníaco no se manifiesta de manera inmediata pero genera daño en las mucosas. También puede causar nauseas y vómitos. «Quema como si fuera fuego pero no se manifiesta como tal», agregó.
Tras descontaminar a los trabajadores, el personal afectado al operativo tuvo que llevar a cabo una desintoxicación en algunas instalaciones del hospital. Más precisamente, la sala de espera, el sector denominado shockroom y un consultorio de la guardia.