El partido terminó 2 a 0 pero la diferencia en el desarrollo fue mucho más grande. Esequiel Barco y Miguel Borja, los goles del líder.

Cada vez tiene menos altibajos y juega mejor partido tras partido. Lleva ocho encuentros sin recibir goles en el ámbito doméstico y es absoluto dominador de la Liga Profesional antes de llegar a la mitad del campeonato, donde este domingo derrotó 2-0 a Independiente. River es, por lejos, el mejor equipo del país de la mano de Martín Demichelis y se perfila no solamente para volver a consagrarse en el certamen local, sino para ser la bandera del fútbol argentino en la Copa Libertadores.

Con otra demostración de fútbol de alto vuelo, el Millo derrotó al Rojo 2 a 0, en un partido donde fue superior de principio a fin. Con Nacho Fernández, Nicolás De La Cruz y Rodrigo Aliendro haciendo de las suyas, el local metió en un arco a su rival rápidamente y abrió el marcador con un zapatazo de Esequiel Barco cuando iban apenas 17′ de partido.

La condición dominante del conjunto riverplatense fue total. Juego asociado, combinaciones trabajadas, lugar para la improvisación de los talentosos adelante, laterales subidos a campo rival, marcadores centrales comprometidos para la presión alta y Enzo Pérez equilibrando todo. Para colmo, del otro lado Independiente no fue ni la sombre del que empató en el clásico la fecha anterior con Racing.

El segundo partido de Ricardo Zielinski como DT dejó en claro que no tiene materia prima en su plantel y que si logra cosas positivas con el Rojo será mérito de él y su cuerpo técnico.

Las aproximaciones al arco rival fueron tantas que no entran en una crónica. Entre la falta de eficacia, algo de mala fortuna y un par de intervenciones de Rodrigo Rey, la mínima diferencia se mantuvo hasta el tramo final. La expulsión de Damián Pérez, uno de los más flojos de la visita, a los 15′ del complemento, acentuó las distancias en el campo de juego.

Y cuando el segundo tanto no llegaba, Demichelis apeló a la enorme jerarquía de su plantel con los ingresos de Salomón Rondón y Miguel Borja. El colombiano se sacó la espina del gol a los 35′: aguantó la marca, ganó a pura potencia y definió para cerrar las cifras de un resultado que no se ajustó a lo que pasó en la cancha. Por el juego, daba para tres o cuatro goles más del River puntero de Demichelis, que cada vez está mejor.

 

Con este resultado River llegó a 33 puntos, mantiene la distancia con San Lorenzo (27), lleva ocho victorias consecutivas en las que marcó 17 goles y no le anotaron. Los números son lapidarios y su desempeño futbolístico, también.