La mirada ahora se centra en saber a dónde irán, en el balotaje, los votos que obtuvieron los otros partidos políticos este domingo. En lo local, el resultado del MPN abre un interrogante sobre el futuro de este proyecto político provincial.
Las elecciones 2023 de este domingo dejaron la enseñanza, una vez más, de que todos los pronósticos, de las encuestadoras con sus sondeos y de las especulaciones de los propios partidos políticos en la previa, se terminan diluyendo a la hora de contar los votos.
Porque ni las voces más optimistas de Unión por la Patria auguraban un triunfo de Sergio Massa sobre el outsider Javier Milei. En lo que creían era en llegar a un segundo puesto y forzar un balotaje que ahora se dará, pero de otra manera: el peronismo llegará fortalecido por el primer puesto que lo proyecta de la mejor manera a la pelea por la presidencia que se dará el 19 de noviembre.
Del otro lado, en Juntos por el Cambio se cumplió lo que predecía el sector que en las PASO apoyó a Horacio Rodríguez Larreta, respecto a que los votos que en ese momento obtuvo el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires no se trasladarían mayoritariamente a Patricia Bullrich.
La mirada ahora se centrará en la disputa de los votos que no fueron para Massa ni para Milei. ¿Hacía dónde, entonces, se inclinarán los electorados de Bullrich, Juan Schiaretti y el Frente de Izquierda?
Lo que se sabe a esta altura de esta joven democracia de la Argentina, que pronto cumplirá 40 años, es que ni los candidatos y mucho menos los partidos políticos tienen los votos en el bolsillo.
Es decir, ningún candidato o partido por llamar a votar a tal o a cuál se asegura nada.
Lo que sí puede hacerse es intentar una aproximación respecto a la composición de cada electorado y allí imaginar un escenario futuro y pensar, por ejemplo, cómo se distribuirá en un balotaje ese poco más del 23 por ciento de los votos que se inclinó por Bullrich, ese casi 7 de Schiaretti y el también casi 3 de la izquierda.
Se supone que el que optó por Bregman no elegirá a ninguno de los dos, pero mucho menos a Milei, que al votante de Schiaretti se lo puede asociar más a Massa y que el de Bullrich más a Milei.
Pero son eso, suposiciones, en un contexto donde la política tradicional había sufrido un golpe en agosto con el triunfo de Milei pero a la que ahora, parece, se le hizo un guiño ante la alternativa de la moto sierra.
Neuquén y el MPN
En la provincia de Neuquén Milei repitió casi el mismo porcentaje que en las PASO, mientras que a Unión por la Patria y a Juntos por el Cambio los arrastró la tendencia nacional. Por eso Nadia Márquez y Pablo Todero asumirán como diputados nacionales el 10 de diciembre, mientras que Francisco Sánchez no podrá repetir y dejará su banca al finalizar el mandato.
Párrafo aparte merece el resultado obtenido por el MPN (poco más del 7%), resultando inferior a lo conseguido en las PASO y convirtiéndose la de este domingo en la peor elección del partido provincial en su historia, en un 2023 para el olvido que pone un signo de interrogante respecto al futuro de este espacio político.
Da la sensación, respecto a esto último, que mucho dependerá de lo que decida hacer el gobernador electo Rolando Figueroa. Algunos especulan que si éste no lo trae de la mano, el partido provincial va camino a la extinción.
Pero esa será otra historia.