El Ciclón venció 1-0 a Independiente de Chivilcoy, que venía sin competencia oficial desde la conclusión del Federal A del año pasado.
San Lorenzo, que viene cumpliendo una mala campaña en la Copa de la Liga, pudo conseguir un poco de aire al vencer a Independiente de Chivilcoy y conseguir el pase a 16avos de final en la Copa Argentina por un gol de Cristian Tarragona.
Independiente de Chivilcoy fue un rival digno para el Ciclón. Corrió, metió y disputó mucho la zona media cerrándole los caminos al equipo de Insúa. Es cierto que no tuvo peso ofensivo para inquietar a Facundo Altamirano, pero tratándose de un equipo que juega en el Federal A es meritorio que le haya hecho partido a un grande del fútbol argentino.
En el segundo tiempo San Lorenzo salió más decidido a buscar la victoria. Insúa metió tres cambios de arranque. Ingresaron Medina, Braida y Tarragona por Tapia, Hernández y Herazo. Los que salieron tuvieron un muy flojo partido y nada se le puede cuestionar al entrenador por las variantes.
A los 14 minutos, Tarragona le dio la razón al DT por haberlo puesto. El delantero, ex Gimnasia, le pegó de afuera del área y sorprendió a Sequeira, decretando la apertura del marcador. El tanto fue un golpe anímico para los de Chivilcoy, que a partir de allí no mostraron la misma enjundia. El Ciclón eligió manejar la pelota, cuidar la ventaja, y en alguna oportunidad estuvo cerca de aumentar el marcador.
Promediando el partido el árbitro debió suspender momentáneamente el encuentro a raíz de las bengalas que arrojó la parcialidad de San Lorenzo. El humo no dejaba ver nada y se hizo inevitable detener el juego.
Los minutos fueron transcurriendo, el partido no se apartó de la chatura general y finalmente logró el objetivo sin que le sobrara absolutamente nada.