El conjunto culé se impuso en el clásico ibérico y consiguió su 15° título en el certamen: la Casa Blanca comenzó ganando, pero los catalanes pasaron a golear en una ráfaga.
En un clásico repleto de emociones, el Barcelona apabulló por 5-2 al Real Madrid y se consagró campeón de la Supercopa de España, un certamen que se disputó en la ciudad saudita de Yeda. Si bien el Merengue comenzó ganando con un tanto de Kylian Mbappé, el conjunto culé se recuperó rápidamente y pasó a golear en una ráfaga durante la primera mitad. Ya en el complemento, los blaugranas se quedaron con un hombre menos y aguantaron el resultado.
El cotejo, que se llevó a cabo en el estadio King Abdullah, inició con varias ocasiones de gol por parte de ambos elencos. La primera de las oportunidades fue para los comandados por Hansi Flick: Lamine Yamal lanzó un remate cruzado que obligó a la estirada de Thibaut Courtois. Al rato, Raphinha sacó un cabezazo a quemarropa de pique al piso que volvió a contener el golero belga.
Un partido lleno de emociones que el Barcelona sacó adelante
Los de Carlo Ancelotti, por supuesto, capitalizaron un contraataque para ponerse en ventaja de la mano de Kiki, que recibió la pelota tras una recuperación de Vinicius Junior y definió ante la débil respuesta de Wojciech Szczesny. Ya con el 1-0 puesto, el francés campeón del mundo en Rusia 2018 preocupó a todos al quedar tendido en el suelo durante una acción aislada: el delantero, además, mostró gestos de dolor, pero finalmente pudo continuar en cancha.
El Barsa puso el pie en el acelerador y encontró el grito inicial en los pies del pichón de crack que se convirtió en su máxima figura. El ganador del premio Golden Boy tomó el balón después de una asistencia de Robert Lewandowski, dejó a dos hombres en el camino con sendos enganches y disparó contra el poste más lejano del arquero. Para colmo, Eduardo Camavinga cometió una infracción dentro del área contra Gavi y el artillero polaco cambió el penal por grito.
Justo antes de que el juez diera el pitazo de medio tiempo, Jules Koundé sacó un centro a la testa del propio Raphinha, quien selló el 3-1. Todavía quedaban algunos segundos y el Barcelona lo aprovechó: Alejandro Baldé culminó una contra con maestría para que su equipo pasara a estar tres festejos por encima en el marcador. Los capitalinos tampoco tuvieron suerte: Rodrygo estrelló un tiro en el palo.
De la expulsión al festejo por un nuevo título ante el Real Madrid
El cuadro catalán, letal como pocas veces antes, amplió la ventaja gracias a otro gol del brasileño ex Leeds, pero el Madrid recuperó algo de aire tras la expulsión del guardameta: el polaco salió tarde y, como último recurso, optó por evitar el descuento de Mbappé con falta. El 11 de la Casa Blanca tuvo revancha en el tiro libre y marcó el 5-2, que no fue suficiente: el blaugrana cosechó su 15° título en el certamen y sacó chapa de cara a la última parte de la temporada.