Habiendo incorporado once futbolistas en lo que va del año y con tantas variantes por puesto, Marcelo Gallardo está conformando el equipo. Ese momento extendido en el tiempo de estructura en elaboración le costó caro a lo largo de la temporada a River, eliminado tempranamente de la Copa de la Liga y después de la Copa Libertadores.

Pero al mismo tiempo, cuando uno lee la plantilla con la que cuenta el Muñeco, la sensación es que en cualquier momento se puede despertar, ya sea por peso colectivo, individual o ambos. La victoria sobre Central Córdoba fue un claro ejemplo, porque no necesitó brillar para ganar sin demasiados sobresaltos.

La presencia del colombiano Miguel Borja fue la novedad del equipo titular que puso el DT para recibir al conjunto de Santiago del Estero, por la fecha 15 de la Liga Profesional.

El delantero intervino para abrir el balón en la jugada del primer gol llegando al minuto 11. Su descarga para Andrés Herrera terminó con un buscapié del lateral derecho, que encontró a Pablo César Solari entrando por el centro del área para abrir la cuenta.

Apenas cuatro minutos más tarde, Borja ganó de arriba tras un córner desde la derecha de Juan Fernando Quintero y marcó el segundo. Su marcador se resbaló en el momento justo, el cabezazo del delantero fue de pique al suelo y por eso Rigamonti no pudo contener.

Los primeros diez minutos fueron parejos, pero después del primer gol la diferencia fue notable. Si bien González Metilli generó una respuesta sobria de Franco Armani, River acumuló chances con Solari inspirado, Quintero en buena forma y Palavecino se perdió el tercero.

El arranque del complemento tuvo un cambio de postura evidente de Central Córdoba, que fue con más ímpetu y precisión a buscar el descuento. Tuvo que aparecer Armani en todo su esplendor para evitar el gol de tiro libre de Martínez y ahogarle el grito a González Metilli tras un córner.

El ingreso de Rodrigo Montes, exBoca, en el entretiempo le dio mejor juego en el medio, donde ocupó el campo rival con criterio.

River supo pasar esos momentos en los que no dominó el trámite y en el golpe por golpe le dio el martillazo al partido. Otra vez en una pelota parada, el Millo llegó al gol por el centro de De La Cruz desde el córner derecho y el frentazo al ángulo de Bruno Zuculini.

Después del 3-0, el partido se jugó para cumplir formalmente con los minutos restantes. Gallardo movió el banco y agotó los cambios, pero apenas fue para la estadística. Sin brillar pero de forma muy merecida, River volvió a la victoria y no afloja en su intento de pelear el campeonato.