Scaloni pateó el tablero tras la caída inicial y de allí no para de acertar. El neuquino Acuña, clave en el equipo que va de menor a mayor en Qatar 2022 y sueña con la gloria.

De aquel equipo apático e inexpresivo ante Arabia Saudita a este intenso, dinámico y lujoso que pasó por encima a Polonia y ya había arrasado a México en el segundo tiempo. El entrenador Lionel Scaloni pateó el tablero justo a tiempo, metió mano en el 11 y ello se ve reflejado dentro del campo en la evidente mejoría de Argentina respecto a aquel inesperado traspié en el debut ante los asiáticos.

Ahora, volvió a acertar el entrenador del combinado albiceleste con los ingresos de Enzo Fernández y Julián Alvarez, quienes rindieron en gran nivel y hasta generaron el segundo gol que liquidó el encuentro ante los europeos: pase del volante y golazo del delantero.

Juega con la fiereza y las ganas que lo hacía en el campito de la vuelta de su casa en Zapala. Contagia energía, fervor y optimismo. Aporta en defensa y en ataque. Y hasta se entiende bien con Messi, quien lo buscó bastante seguido y le metió un par de asistencias en el primer tiempo.

Bien por la selección, que va de menor a mayor en la máxima cita y que tiene un cruce de octavos de final ante Australia que no parece de los más complicados.