Médicos del Hospital Heller ya no saben qué hacer ante los reiterados robos en el estacionamiento del predio e incluso dentro del edificio y exigen respuesta de las autoridades del hospital. Indicaron que dentro no hay seguridad suficiente y que el estacionamiento queda desprotegido ante cada día de paro del personal de seguridad privada contratado.
La incógnita podría ser, ¿cómo hizo para llevárselo? Pero Laura no tiene dudas.
Es que días atrás le robaron su cartera, al igual que a otros cinco compañeros, del cuarto donde dejan sus pertenencias, esta vez dentro del hospital. Allí tenía todas sus pertenencias de valor, incluído un juego de llaves del auto, que utilizaron para llevarse su auto en marcha esta semana. Su bronca es más que entendible.
«Terminás de trabajar guardias de 24, 12 horas y no tenés tu auto, tu cartera, tus tarjetas, nada. Pelada me dejaron», expresó.
Lo preocupante, detalló, es que los robos se dan tanto en el estacionamiento como dentro del hospital. Según confió, lo del estacionamiento es algo casi esperable, dado que la empresa de seguridad privada que custioda el establecimiento está de paro con frecuencia por aparentes problemas de pago, lo que deja el predio lleno de autos, bicicletas y motos a merced de la inseguridad. En enero, indicó, los delincuentes aprovecharon otro día de medidas de fuerza para robar cinco bicicletas.
Dentro del hospital no deberían darse los robos, pero la víctima indicó que son imposibles de prevenir dado que la única seguridad se ubica en el ingreso al edificio, por lo que fácilmente cualquiera se puede meter en oficinas sin ser detectado.
«Nos viven robando dentro del hospital, siempre hay robos, en todas las instituciones, eso es sabido. Pero en los últimos meses hemos sido rehenes de malvivientes que se ensañaron con nosotros. No puede ser que todas las semanas tengamos un robo grande», se quejó.
El reclamo de Laura y otros de sus colegas, sostuvo, no ha recibido respuestas concretas, ya que los directivos del hospital se limitan a atribuir el problema a la ausencia de servicio de seguridad privada, sin brindar soluciones a la problemática.
La médica también denunció una falta de insumos y herramientas de trabajo para atender a los pacientes que ve todos los días y confió que «cada médico debe comprarse sus cosas».