Las consecuencias para el organismo dependen en gran medida de si es pan integral o pan blanco, ya que tienen distintas cualidades nutricionales

En el mercado hay una gran diversidad de panes, desde el integral hasta el blanco, es crucial entender cómo cada uno afecta la salud

El pan es un alimento que raramente falta en alguna casa. Puede estar presente en cualquiera de las cuatro comidas del día, en una picada rápida o incluso —pese a las protestas del cocinero— es el preferido para probar la comida directamente de la olla-. Sin embargo, hay quienes aseguran que consumirlo todos los días puede ser perjudicial para la salud. Aquí veremos si esto es así o no.

¿Es malo para la salud comer pan todos los días? Depende del tipo de harina con la que está hecho

Un estudio publicado en la National Library of Medicine de Estados Unidos detalló los efectos del consumo del pan y reveló que las consecuencias para el organismo dependen en gran medida del tipo de pan que se consuma. En el mercado hay una gran diversidad de panes, desde el integral hasta el blanco, y es crucial entender cómo cada uno afecta la salud.

Según el medio Business Insider, el pan integral, conocido por ser una fuente rica en hidratos de carbono, complejos, vitaminas y minerales, se considera generalmente una opción más saludable. Su elaboración con todo el grano garantiza un mayor aporte nutricional en comparación con el pan blanco, que está elaborado con harinas refinadas y carece de la fibra y otros nutrientes presentes en el grano entero.

¿Es malo para la salud comer pan todos los días? Depende del tipo de harina con la que está hecho

La Fundación Española de Nutrición (Fen) destacó en el año 2022 que el pan integral aporta una variedad de nutrientes, incluyendo proteínas, fibra, selenio, fósforo, hierro, magnesio, zinc, tiamina y niacina, mientras que el pan blanco se limita principalmente a selenio y zinc. La falta de fibra en el pan blanco puede contribuir a una sensación de saciedad disminuida, lo que a su vez puede provocar un aumento en el consumo de alimentos y, potencialmente, un aumento de peso.

Las diferencias entre el pan integral y blanco

Es importante verificar que el pan que se compra es 100% integral, dado que en el mercado hay etiquetas como “multigrano” o “pan de trigo” que no garantizan la presencia de granos enteros. Esto es fundamental, ya que también puede afectar los niveles de azúcar en sangre. Mientras que los cereales integrales se asocian con beneficios cardiovasculares y una menor incidencia de diabetes, el consumo regular de pan blanco puede aumentar los niveles de azúcar en sangre y el riesgo de enfermedades asociadas.

Además, el impacto del pan en la microbiota intestinal es un factor importante a considerar. Una dieta baja en granos integrales puede causar desequilibrios en la microbiota, lo que puede conducir a problemas digestivos e inflamatorios. Por otro lado, el consumo de pan integral puede promover un microbioma intestinal saludable al alimentar las bacterias beneficiosas.

Cuáles son los efectos negativos de consumir pan blanco

Un estudio publicado en Plos one reveló que el consumo de hidratos de carbono refinados, como el pan blanco, puede aumentar los niveles corporales de un ácido graso llamado ácido palmitoleico, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.

Es importante conocer de qué este hecho el pan antes de consumirlo
Es importante conocer de qué este hecho el pan antes de consumirlo

La nutricionista y entrenadora Marie Spano le comentó al medio The Objective que los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno tienen la capacidad de retener entre tres y cuatro veces su peso en agua, lo que puede provocar hinchazón en el cuerpo.

Además, el pan, rico en calorías y carbohidratos, puede contribuir al aumento de peso. Se estima que dejar de consumir pan regularmente podría resultar en una pérdida de peso de entre 1 y 2 kilos al mes. Una sola rodaja de pan aporta entre 67 y 93 calorías y más de 15 gramos de hidratos.

Es importante señalar que siempre se recomienda consultar a un especialista en alimentos y nutrición para que analice la dieta particular de cada persona y su organismo.