Reducir la cantidad de cañerías, incrementar la longitud de las ramas horizontales y mejorar la logística serán claves para lo que viene en el shale.
Vaca Muerta, una marca registrada, se consolida como el centro de la innovación y los desafíos técnicos en el shale argentino. Las compañías buscan incrementar la eficiencia y reducir costos en un entorno geológicamente complejo. Los pozos no convencionales representan un reto constante, aunque los logros en la «roca madre» son una constante positiva.
En noviembre, YPF completó el pozo LLL-1861(h) en Loma Campana, alcanzando una rama lateral de 4.948 metros y una longitud total de 8.264 metros. Este proyecto no solo se realizó en un tiempo récord de 27 días, sino que estableció un nuevo estándar en perforación no convencional en Vaca Muerta.
Desafíos Geológicos
La perforación en Vaca Muerta atraviesa formaciones como Rayoso, Mulichinco, Quintuco y finalmente Vaca Muerta, cada una con propiedades que requieren ajustes en la densidad del lodo de perforación y el diseño de las cañerías.
Uno de los mayores retos es la formación Quintuco, con una parte superior fracturada y un gradiente de poro de 12,5 PPG. Mantener la densidad del fluido en el rango adecuado es crucial para evitar el colapso del pozo o la pérdida de fluidos, especialmente en Mulichinco.
Optimización de Cañerías
Actualmente se utilizan cuatro cañerías: hasta Rayoso, el tope de Quintuco, a lo largo de Quintuco y la rama horizontal en Vaca Muerta. Las empresas buscan reducir este número a tres, lo que podría ahorrar hasta un millón de dólares por pozo, eliminando la cañería intermedia de Quintuco mediante un manejo más preciso de la densidad del fluido.
Extensión de Ramas Horizontales y Optimización de PADs
El desafío también incluye extender las ramas horizontales más allá de los 3.500 metros, aumentando la productividad. En cuanto a las locaciones de perforación (PADs), se busca pasar de un máximo de cuatro pozos a seis u ocho, reduciendo la distancia entre ellos de 12 a 6-7 metros para optimizar el control direccional y la logística.
Perspectivas para 2025
El 2024 cerró con 405 pozos conectados y se espera un incremento para 2025. Con un promedio mensual de 34 pozos en 2024, superior a los 20 de 2023, el enfoque estará en reducir costos mediante la disminución del número de cañerías y la optimización logística en los PADs.
La perforación de múltiples pozos desde una misma locación no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce la necesidad de nuevas infraestructuras y la huella de carbono, consolidando el potencial del shale argentino.