El Millonario arrancó perdiendo en el Monumental, pero el Colibrí apareció en el momento justo para darle los tres puntos al Millonario. Los de Núñez se jugarán la clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga en Córdoba, frente a Instituto.
River le ganó 2-1 a Rosario Central en el Monumental de manera agónica y quedó a tan solo un paso de acceder a los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional: el Millonario dio vuelta el pleito con dos tantos de Miguel Borja, la gran figura del encuentro, y solo necesita un empate frente a Instituto en la última jornada para estar en el top 4 de su zona. Si bien el local fue superado en la parte inicial, logró cambiar la imagen en el complemento, aunque dejando varias cuentas pendientes desde el juego.
Los comandados por Martín Demichelis, golpeados, no pudieron reaccionar y dependieron en exceso del desequilibrio de Claudio Echeverri, que se situó cerca de los mediocampistas perdiendo peso ofensivo. Así, La Banda se volvió completamente predecible y la visita no tuvo inconvenientes en cortar los circuitos de gestación, siempre con el cuchillo entre los dientes.
Durante los compases iniciales del complemento, el conjunto rojiblanco contó con dos ocasiones clarísimas para igualar el pleito: Pablo Solari puso a prueba a Axel Werner con un lindo disparo y, un rato después, el ex Talleres no llegó por poco a empujar el balón sobre la línea. La sólida defensa de los rosarinos, en ese contexto, sufrió una dura baja producto de la lesión de Agustín Bravo.
Cuando River acorralaba a su rival contra su propio arco, Miguel Borja aprovechó una de las mejores acciones colectivas del local en todo el compromiso: el propio Solari tomó la pelota en el sector derecho y, con un preciso buscapié, encontró el botín del colombiano, que engrosó su estadística e igualó a Adrián «Maravilla» Martínez como máximo goleador del certamen.
Con más garra que fútbol, el Millonario siguió atosigando al Canalla y los hinchas acompañaron el ímpetu del equipo. De todos modos, cuando todo parecía indicar que el marcador se mantendría en tablas, Nacho Fernández, que ingresó en el complemento con creces, sacó un centro rasante tras un rebote y el Colibrí selló el merecido 2-1. El anfitrión cambió la imagen de la mano del volante y de Esequiel Barco, que le aportaron frescura en el momento adecuado. Ahora, los de Núñez irán a todo o nada por la clasificación en Córdoba. Aquella que parecía esquiva hasta que apareció el mejor 9 de la competición.