Beeflow es una start up argentina que ayuda a la polinización de los cultivos. Y acaban de inyectarle capital un directivo de Tesla y un ex CEO de Amazon.

Cuando eran todos sub 30 y faltaban abejas en los campos, en un 2016 que hoy parece lejano, un administrador de empresas (Matías Viel) y dos investigadores (Pedro Negri y Agustín Sáez) se unieron en una start up que bautizaron Beeflow con una idea disruptiva.  Se les ocurrió que podían entrenar las abejas no solo para aumentar el rendimiento en la producción de miel. También,  para mejorar la polinización de las plantas. Desde ese momento todo fue vertiginoso y fueron saltando de un hito a otro. Este martes y pese a una Argentina descalificada para los fondos de inversión recibieron US$ 8,3 millones. 

La inversión estuvo liderada por Ospraie Ag Science y acompañada por Steve Jurvetson de Future Ventures quien es además director de Tesla y de SpaceX. A ellos se sumó Jeff Wilke ex CEO de Worldwide Consumer de Amazon. Todo un indicio ya que son inversores estrella que convocan a otros.

Las tecnologías y el conocimiento en polinización de Beeflow, según se asegura, ayuda a los agricultores a mejorar rendimientos de cultivos como los arándanos y las almendras hasta en un 90%. Y también reducen la tasa de mortalidad de las abejas, que son esenciales para la biodiversidad y la agricultura sostenible, en hasta en un 70%.

Beeflow tiene sede actualmente en Los Ángeles y en Buenos Aires y está trabajando con Driscoll’s, el mayor productor de berries de EE. UU. para maximizar el tamaño y la cantidad de frutos por plantas. Se ocupan, además, de mejorar la producción de semillas híbridas vegetales y de reducir la incidencia de enfermedades asociadas a una polinización deficiente.

La importancia de las abejas

«Estamos muy entusiasmados en trabajar con inversores que creen que las abejas cumplirán un rol muy relevante en la transición hacia un sistema agrícola más regenerativo y sustentable», dijo Matias Viel, fundador y CEO de Beeflow.

“La polinización fue un tema olvidado por la industria agrícola. Pero ahora las prácticas “bee-friendly” se están convirtiendo en estándar para la cadena de suministro de alimentos», añadió.

Beeflow cuenta con el aporte científico de Walter Farina, un investigador argentino que dedica su vida a estudiar el cerebro y la comunicación de las abejas. Farina lidera un equipo científico que desarrolló una tecnología que permite entrenar a las abejas para polinizar flores específicas.

Además utilizan suplementos nutricionales a base de plantas que impactan en la actividad polinizadora de las abejas, por ejemplo, en la cantidad de vuelos que realizan a las flores del cultivo. Una de sus tecnologías, ayuda a las abejas a mejorar en hasta 7 veces la polinización en temperaturas más frías.

“Las abejas son responsables de polinizar el 70% de los cultivos a nivel mundial y desempeñan un rol extremadamente importante en nuestra cadena de suministro de alimentos, pero son pocos quienes son verdaderamente conscientes de su relevancia en el rendimiento de los cultivos agrícolas”, concluye Viel. Esta afirmación es clave cuando muchas de las 20.000 especies de abejas del planeta están al borde de la extinción.