Lo confirmó su hijo. Sucedió en la madrugada del viernes.

Guillermo Calabrese, uno de los miembros más aclamados del equipo del programa Cocineros argentinos de la TV Pública, falleció en las primeras horas de hoy debido a un fallo cardíaco, según confirmaron sus familiares a LA NACION.

De acuerdo con información proporcionada por sus conocidos, el chef se encontraba en su casa la noche anterior después de haber estado en el canal temprano y se descompensó durante la noche. Fue llevado en ambulancia al Hospital Fernández, donde intentaron estabilizarlo, pero murió de un fallo cardíaco en las primeras horas de hoy.

Después de renunciar al famoso programa de cocina en 2020, Calabrese estuvo ausente de la televisión por cerca de un año, hasta que lanzó su propio programa llamado Qué mañana con Cala en Canal 9 en 2021.

Guillermo Calabrese, quien nació el 5 de octubre de 1961 en Buenos Aires y tuvo profundas raíces italianas, se sintió atraído por la cocina debido a su origen. A pesar de haber estudiado medicina en el pasado, se convirtió en chef y llegó a la televisión.

Durante muchos años, Calabrese fue uno de los estudiantes de Gato Dumas, quien se convirtió en un icono de la gastronomía argentina. El cocinero empezó trabajando como empleado de limpieza en uno de los restaurantes en uno de sus restaurantes, sin embargo, tres años después ya era jefe de cocina. Juntos, abrieron el Colegio de Cocineros en 1998, una institución pionera en la enseñanza de la gastronomía en Argentina. Ya por ese entonces, Calabrese había fundado varios locales y había dado sus primeros pasos en la televisión.

“El Gato y yo terminamos abriendo otros restaurantes, haciendo televisión, dando clases por todo el país. Cuando terminaban las clases la gente nos preguntaba dónde enseñábamos a cocinar y ese fue el disparador para abrir el Colegio”, reveló en una entrevista hace unos años.

“Si en mi época hubiera tenido la posibilidad de ir a un colegio, hubiera hecho las cosas mas rápido, pero bueno, me tocó al revés. Más allá de eso, como en toda profesión, es muy importante la práctica”, aseguró también.

Gran admirador de Dumas, siempre que pudo lo elogió: “Trabajar con él era fascinante, era innovador y un trabajador inalcanzable, yo era mucho más chico que él y terminaba con la lengua afuera. Era muy respetuoso de la profesión, orgulloso de ser cocinero, que es algo tan simple como darle de comer a la gente. Y estaba muy preparado, no de casualidad fue el número uno. Tenía talento y trabajaba”.